Desviándome por completo de los últimos gastro capítulos en los que os contaba las posibilidades de degustar comida latina en Andalucía, hoy vengo a contaros un secreto que durante años se ha mantenido bien guardado: la existencia de un lugar para comer auténtica comida china en Sevilla, al que los privilegiados conocedores del lugar hemos llamado para distinguirlo del resto: el chino-chino (no es lo mismo decir "voy a un chino a comer", que "me voy al chino-chino", tendréis que estar de acuerdo con esta máxima).
Los que tengáis un mínimo de curiosidad y de conocimientos culinarios, sabréis que ese infame trinomio de arroz tres delicias + rollito de primavera + pollo con almendras que se suele servir en los restaurantes chinos adaptados al "gusto español" (esos de oscura y cargada decoración de farolillos y celosías rojas...), no es ni por asomo una muestra de la rica y variada gastronomía China, un país inmenso en geografía, historia y cultura que se ve reflejado, como no podía ser de otra manera, en su comida (si no habéis visto el programa especial de "Gastronomía Insólita" con Andrew Zimmern en China, visitad estos enlaces que vais a alucinar: Parte 1 - Parte 2).
Pero volvamos al sur de la piel de toro, donde una comunidad de chinos procedentes principalmente de Quingtian (B), un condado montañoso de la región de Zhejiang a unos 500 km al sur de Shanghai (A), está establecida desde hace años. Dato curioso, ¿sabéis que la mayoría de la población china emigrada a España procede de esta zona? Hace ya más de 10 años de este artículo publicado en el Diario El Mundo (ver link), y aquellos hombres y mujeres de rasgados ojos que venían a trabajar sin descanso en establecimientos familiares, son vistos ahora de manera muy diferente, con cierta admiración y envidia me atrevo a decir, desde el prisma del derrumbe de la economía europea, juzguen este otro artículo publicado casi una década después en Cotizalia.
En la zona este de la ciudad de Sevilla, concretamente en Marqués de Pickman, la fisonomía del paisaje urbano ha cambiado radicalmente, si en los años 80-90 zapaterías y tiendas de vestidos de comunión invadían el floreciente comercio de la zona made in Spain, hoy nos encontramos con una curiosa Hispalis China Town, donde se suceden locutorios chinos, establecimientos de masaje y acupuntura, supermercados orientales... y la joya de la corona, un pequeño establecimiento de comidas que puede pasar desapercibido totalmente y que responde al nombre de Bar Oriental Qi Lin Ke. Soy una adicta a este bar que me descubrió mi amiga Anna de Panepanna hace dos años, la semana pasada hice mi checking 15º en él, no recibí ningún premio ni nada por el estilo, pero un amigo mío asegura que desde que soy cliente fija se han esforzado y han puesto hasta manteles de hule y vajilla de Ikea :-). El joven cocinero es un primor y muy agradable, maneja como nadie la técnica del stir-fry y los salteados de verduras los hace sabrosos y crujientes, una delicia. Siempre hay familias chinas comiendo allí, nunca o casi nunca he coincidido con occidentales... debe de ser el lugar donde van a comer todos los que tienen restaurantes chinos para españoles.
La carta es bastante extensa, aunque confieso que hay platos que creo que no me atrevería a probar, sobre todo aquellos en los que la casquería es la protagonista, pero todos los de verdura y pasta (tallarines hefen, udon, de batata, etc.) son una delicia.
Muero por el aliño de medusa, sí medusa como lo leen, textura y sabor del aliño delicioso...
... muy ricas como entrante, las vainas de soja fresca al vapor con guindilla, acompañados de una cerveza china bien fría es el mejor entretenimiento mientras llegan los platos...
... las coliflores salteadas con una especie de sal de ajo que las hacen muy sabrosas.
Y una de los reyes de la casa, las empanadillas rellenas, servidas o bien en sopa o a la plancha como las de la imagen. También las tienen de batata.
El último plato que he descubierto, voy haciendo apuestas arriesgadas pero con finales felices en la mayoría de las ocasiones, unas gambas algo picantes a la salsa Gonbao, típica de la provincia de Sichuan situada más al suroeste del país.
En fin quince visitas dan para muchos platos, sobre todo considerando que siempre he ido con un buen puñado de amigos, así que dejo ya de poneros los dientes largos con tanta fotografía. Me vais a permitir conservar el misterio de que en un lugar de la calle Marqués de Pickman de Sevilla, sin dar número ni lado de la acera, existe un pequeño local donde los más aventureros podrán conocer muchas de las delicias del sur de la China. El trato es amable, discreto como es habitual en esta comunidad, no se habla apenas español, pero cuando se trata de comida todos nos entendemos, y no se me asusten cuando vean esta fachada ni el interior más semejante a un comedor público que a un bar o restaurante... les aseguro que la comida es limpia y de confianza.
El último plato que he descubierto, voy haciendo apuestas arriesgadas pero con finales felices en la mayoría de las ocasiones, unas gambas algo picantes a la salsa Gonbao, típica de la provincia de Sichuan situada más al suroeste del país.
En fin quince visitas dan para muchos platos, sobre todo considerando que siempre he ido con un buen puñado de amigos, así que dejo ya de poneros los dientes largos con tanta fotografía. Me vais a permitir conservar el misterio de que en un lugar de la calle Marqués de Pickman de Sevilla, sin dar número ni lado de la acera, existe un pequeño local donde los más aventureros podrán conocer muchas de las delicias del sur de la China. El trato es amable, discreto como es habitual en esta comunidad, no se habla apenas español, pero cuando se trata de comida todos nos entendemos, y no se me asusten cuando vean esta fachada ni el interior más semejante a un comedor público que a un bar o restaurante... les aseguro que la comida es limpia y de confianza.
18 delikados susurros:
Tengo una visita pendiente!. Yo diría desde mi desconocimiento en la gastronomía china, que no se si son los mejores, pero de que son auténticos lo son.
Ummm. Interesante, aunque me pille lejos. En Bruselas tampoco hay chinos-chinos. Como en Francia, la gran masa de la inmigración del Extremo Oriente, han sido los vietnamitas. Normal, ya que se trata de una ex-colonia francesa y sus gentes hablan francés como segundo idioma. Por eso, los restaurantes de aquí son, básicamente, viet, con algunas inclusiones de platos chinos y thai. Poco que ver, por ejemplo, con los chinos de Londres, casi todos de cocina de Hong-Kong (también normal) o con los de Madrid (puajjjjj).
Los farolillos rojos y los dragones, se supone que representan la cocina pekinesa, pero puedo prometer y prometo que en Pekin no he visto eso. Eso sí, escorpiones, estrellas de mar, capullos de gusano de seda, en cantidad. Pregunte su merced en su chino-chino favorito si no van a poner en la carta algunos alacrancillos. ;-)
Gracias Ray por tu apoyo :-) Auténticos lo son un rato, este domingo se sorprendían de que supiéramos manejar tan bien los palillos, mucha experiencia ya encima! :-)
Monsieur, no se queje que a mí la cocina vietnamita me encanta, y aquí de eso no tenemos en Sevilla. Respecto a Londres por lo menos los restaurantes no son tan siniestros, pero sobre todo en el Soho lo que yo he visto es muya cocina cantonesa, es lo que más me suena haber visto.
No me extraña que aquí pongan alacranes, algunas cosas de la carta son siniestras, pero luego son claros y los que son de verdura, pasta y pollo, son realmente de eso, nada de mitos de me dieron gato por liebre (nunca mejor dicho :-)
Por cierto, aquí probé los huevos esos viejunos de 100 años que una vez enseñó en su blog :-) Íbamos con la profe de cocina japonesa Ayako que los conocía, y por eso nos atrevimos, que si no...
Un abrazo monsieur!
Llevo días con ganas de volver, ahora con tus fotos se ha convertido en una necesidad!
Al ataque Lucia!
Gracias por el post Delikat. Es de agradecer un cambio en nuestro hábito gastronómico con cosas auténticas, y, viendo la fachada, y habiendo estado en China, todo lo que nos cuentas tiene sentido. Brújula en ristre y a por la tan ansiada mesa china-china. Bsos…
Olé y olé señora mía, qué crónica más bien contada y más bien documentada. Dan ganas de irse a Sevilla, que si no fuera por el calor que debe hacer por estos días, una comida china-china, a una no se le escapaba.
Por aquí efectivamente, tal cual relatas, todo son farolillos rojos y celosías infames.
Y bueno, da igual que no des muchos datos, con esa fachada y junto al locutorio de las Islas Galápagos, eso no tiene pérdida jejeje.
Un beso grande.
Claro que huele a la original....disfrutalo que a mi me queda lejos!.....Abrazotes, Marcela
De nada MANOSALBAS, un día me fui con un grupo de amigos y uno de ellos había estado en China, y te digo que quedó maravillado con la comida, le encantó.
VIENA, seguro, seguro que no hay ningún chino-chino por Alicante y alrededores? Mira que se esconden bien eh? Que este que os relato no lo conoce más que cuatro gatos por aquí, no se publicitan en ningún lado. Los que lo disfrutamos teníamos un poco de miedo de que se masificara y no dejaran entrar a occidentales, para estar ellos tranquilos y comer en familia, que es lo que parece cada vez que voy Espero que nunca suceda eso :-)y que se garantice su tranquilidad.
MARCELA un abrazo.
Delikat, la verdad es que siempre eché de menos cuando vivía en Madrid de encontrar un buen chino, fui a uno interesante pero que tampoco me fascinó.
Acá en Múnich descubrí uno bueno, pero no he llegado al nivel de investigación tan profundo como el que nos das en este magnífico descubrimiento tuyo, de la zona exacta de donde vienen sus cocineros. La verdad es que China es enorme y debe haber una variedad riquísima que desconocemos.
Las fotos prometen, se ven todo delicioso.
Saludos
Claudia pues he oído que en Madrid hay uno muy bueno y auténtico en los bajos de Plaza España, no sé si se tratará del mismo al que tú fuiste, se trata de Restaurante Town. Un saludo
Qué pasada de sitio, y bien secreto que lo tenías después de tanto tiempo :-P, a mí a estos sitios me gustaría ir con una guía, mejor dicho, contigo para que me guíes, no vaya a ser que me pida algo extraño... Soy poquito arriesgada para estas cosas. Un abrazote
Es que un sitio así es para mantenerlo oculto Cris :-), de toda formas el lugar y el tipo de bar sé que hará que muchos se echen para atrás jejeje
Anoto la recomendación por si bajo un día hasta allí. Lo más parecido que he encontrado en España a un chino-chino es el JinJin en la calle San Bernardino en Madrid (muy cerca de Pza España). Aunque la entrada y la decoración echan un poco "patrás" te sientas, pides, disfrutas y cuando te traen la cuenta te dan ganas de empezar de nuevo. (Aunque hace años sólo paraban orientales cada vez más españoles lo han descubierto)
El de los bajos de la plaza España a parte de más abarrotado no me gusta tanto, la carta es más corta y el producto me parece como más industrial. Serán manías mías...
Me habían hablado de un chino-cnino por esa zona pazzos, pero ahora no estoy segura si cuál de los dos será. A ver si en próxima visita a Madrid lo pruebo. Un saludo
Wow!! Eres única describiendo y descubriéndonos estos sitios! Lo haces tan bien, que da pena que el artículo se acabe y, además, que se acabe sin una degustación!! Jeje. Me lo apunto. Me vuelven loca las empanadillas chinas, y esad de batata tienen q ser tremendas. Tengo muchos sitios recomendados por ti a los que ir, voy a tener q hacerme un planning! Entre las ostras y esto, mi menestra de hoy sabe peor, :-( un beso, guapa!
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