Existen ciudades no esperadas que sorprenden porque están llenas de matices delicados y hermosos susurros para los sentidos. Esto fue lo que me encontré en un viaje que realicé hace semanas por la Lombardía italiana, un Bérgamo molto delicato. La región lombarda en su conjunto está llena de preciosos rincones, como los maravillosos paisajes de los lagos de Como e Iseo y sus alrededores, pero me quedo con esta pequeña joya situada a pocos kilómetros de los Alpes, cuyas cumbres nevadas son visibles desde la Citta Alta.
Es una ciudad muy tranquila de poco más de 100.00 habitantes y el turismo es escaso, pues la mayoría de la gente pasa de largo para visitar Milán (por allí andaba yo cuando le dieron el Duomazo a "il Cavalieri"). Quizás ese flujo calmado de gentes sea lo que mantenga intactas sus hermosas calles y construcciones medievales de piedra oscura, ubicadas en la parte antigua de la ciudad a la que se puede subir en funicular, y protegidas por la gran muralla que los venecianos construyeron tras conquistarla en el siglo XV.
Perderse por las calles de Bérgamo y recorrerlas palmo a palmo sin multitudes ha sido una gozada. En cada esquina hay una pequeña sorpresa: viejas mansiones de piedra y madera, calles estrechas y solitarias, tiendas delicatessen donde encontrar excelentes quesos regionales (Grada Padano y Gorgonzola sobre todo), embutidos, setas y muy buenos vinos (Valtellina y Franciacorta son las D.O de la zona que he podido probar), pasticcerias donde comprar sus típicos dulces, como la Torta Millefoglie y la Polenta e Osei (un buen "tortazo" hubiera sido menos violento Sr. Tartaglia, seguro que se hubiera quedado usted igual de a gusto. Ahora tendremos que soportar el nuevo lifting y arreglos varios). También abundan las pequeñas osterias y trattorias con deliciosas pizzas y pastas, como los Casoncelli Bergamaschi, una especialidad de la ciudad rellenos de panceta y servidos con salvia fresca.
Las Navidades además traen a estas ciudades del centro y norte de Europa una costumbre que me encanta, la de los mercadillos de Navidad. El de Bérgamo nada tiene que ver con el bullicioso y gigantesco Marché de Noël de Strasbourg (que creo que es el más grande de Europa) pero tiene su encanto. Me llamó la atención que todo el mundo comía una torta frita con azúcar (fritella) que desde los puestos ofrecían cantando en voz alta y me pareció que su sabor era muy similar al de la masa de los buñuelos.
Si alguna vez visitáis la ciudad os dejo dos recomendaciones gastronómicas muy buenas: la Vineria Cozzi (Via Bartolomeo Colleoni, 22) con cocina regional y una excelente selección de vinos, además de una cuidada decoración, y la Trattoria del Teatro (Piazza Mascheroni, 3). Ambas situadas en la Ciudad Alta.
Bérgamo delicado, minimalista y melancólico, como esta canción de Damien Rice.
Damien Rice - Delicate
Damien Rice - Delicate
Damien Rice es un músico irlandés nacido en 1973, ex-cantante de la banda de rock Juniper a la que dejó para emprender su carrera en solitario y publicar en el 2001 su primer trabajo “O”. El tema del post pertenece a este primer álbum. En el 2006 publicó su segundo larga duración "9" en el que las canciones melancólicas son las protagonistas.
9 delikados susurros:
Hola guapa, pena no coincidir estas fiestas contigo en Sevilla. Apunto como siempre tus recomendaciones, aunque puede que nunca viaje allí, amiga viajera :-)
Casi casi dan ganas de ir con lo que cuentas. Muy evocadoras las fotos y magnífico el diaporama.
Yo, lo más cerca que he estado es en Varese. Espero que Bergamo sea un poquito más animado. Fui a Varese hace años con un grupo de gente, llegamos un domingo por la tarde y toooodo estaba cerrado: bares, restaurantes, confiterías... Por fin, a uno del grupo que era italiano, se le ocurrió que seguramente el único sitio abierto era la casa de ...lenocinio (digámoslo en plan fino) y sugirió que fuéramos allí a tomar una copa. Pues no....también estaba cerrada. :-(
Hola Cris, bueno espero que nos veamos en esta nueva década. No me hagas caso, te prometo que nos veremos pronto.
Sr. Sorokin sí que tiene usted historietas que contar :-). La ciudad estaba animada sí, supongo que también en parte por las fechas, aunque yo soy un poco raruzca y me encantan los lugares solitarios y en formato pequeño.
Querida Delikat, se han echado de menos sus post, al menos yo los he añorado. Que esta década que estrenamos esté llena de delicados y hermosos momentos para tí y que luego los compartas con nosotros. Un abrazo,
Hola Mer, pues acabo de tomarme unas tapitas en el Restaurante La Moneda... cosa delicada a más no poder. Un abrazo para ti también. Gracias por tus bonitas palabras.
Hola, buscando en google he encontrado esta intersante información. El caso es que en pocas semanas viajo a Lombardía y si me pudiera facilitar datos sobre qué visitar y hacer sería estupendo. Serán suficientes 6 días para visitar lo esencial ¿?. Mi mail anto_gonlez4@yahoo.com
Muchas gracias.
Hola Antonio o Antonia (creo deducir por el mail). No hay problema, le haré llegar la información que pude recopilar antes del viaje y lo que he podido ver luego in situ. Un saludo
Por favor, yo que quería acostarme sin cenar, y tú pones esas delicias de fotos!!!!
Pero qué mercados tan ricos... y aquello que mencionas de salvia y panceta... umhhh.
Pues yo he salido a la calle y se me ha pasado la hora sin cenar, no puede ser eso no es nada Delikat :-) Ah y deliciosa la pasta con ese aderezo tan sencillo de la salvia y la mantequilla.
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